21 de octubre de 2007

creo que es momento de pasar esto a 0 y 1

Un siniestro almirante

Hubo un almirante
de pies chuecos
sin palabras
mirada perdida

Hubo un almirante
de los cien años
carcomido en bellezas superficiales
de la fresca mañana
sin pan ni vino
comia de los demas
preferia caminar en un pie
y no gastar zapatos
preferia caminar en dos pies
y no perder tiempo
corria a la simas de la muchedumbre
y saltaba hasta quedar debajo

Se le llamaba almirante
pero no manaba
ni a su patria ni a su vida
silamente esperaba
que un dia se fuera con las brisa

1 comentario:

just the way the cookie crumbles dijo...

yo ya conocía ese poema
lejos lo mejor que has escrito ;D
felicidades :P

El gato en la ventana

Uno de los gatos que vivió conmigo por algunos días se tiró por una ventana. Tuve que bajar a buscarlo y llevarlo de nuevo a la casa. Y unos días después me di cuenta de lo que pasaba. El gato, estaba parado en la misma ventana desde la que se tiró el otro día y miraba fijamente al organillero que se ponia cada tarde con su loro a tocar sus melodias a los mecanizados caminantes que por esos sectores circulaban en el día y, de vez en cuando, o sea cuando sentía que era el momento, hacia un movimiento como para lanzarse a disfrutar de la calle, que junto con la musica y los pequeños que se acercaban siempre terminaba convertido en una especie de remolino de jubilo y fascinasión.
Sé lo del organiero porque cuando se asomaba por otras ventanas desde las que no se veía se retiraba al instante. Ojalá no se quede esta vez , como pasa a veces con muchos, sólo mirando para siempre.