si el futuro son monocromias inexistentes prefiero vivir el pasado...
Las teclas quitan vidas a estas letras danzantes ...
El azaroso continuar
Con suerte los niños lloran
palabras al azar en cortinas desmembradas
Palpando la vil realidad
enorgulleciendo el sonido de campanas funebres
que oyen hasta los oidos solos
Con suerte i vida espera
y se ausenta de sonidos terminales
comparte con sus pares de la imagen
que cae en picado hasta su ser
Se revuelven en charcos de esperanza
mas sin vision alguna se rehuye
escapa, corre
correr de mi mismo el correr de los demas
no llenaran el estanque de mi plenitud
y las contorciones enmascaradas
seran intentos fallidos
de comprar mi vida al cielo
Con suerte los astros se moveran esta noche
y el alba traerá nuevos soles y nuevas lluvias
la continuidad de un ciclo milenario
no detendra su sed insaciable
de continuar mirando al que corre
esperando el espacio
de lanzar sus piedras y saltar
Con suerte mis manos moveran este lapiz
y mi alma saldra por su punta
reflejada en aritmeticas cuadradas metafísicas
conclusiones de un funeral
donde el requiem de mi compañia
se oira por toda la eternidad
4 de octubre de 2007
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El gato en la ventana
Uno de los gatos que vivió conmigo por algunos días se tiró por una ventana. Tuve que bajar a buscarlo y llevarlo de nuevo a la casa. Y unos días después me di cuenta de lo que pasaba. El gato, estaba parado en la misma ventana desde la que se tiró el otro día y miraba fijamente al organillero que se ponia cada tarde con su loro a tocar sus melodias a los mecanizados caminantes que por esos sectores circulaban en el día y, de vez en cuando, o sea cuando sentía que era el momento, hacia un movimiento como para lanzarse a disfrutar de la calle, que junto con la musica y los pequeños que se acercaban siempre terminaba convertido en una especie de remolino de jubilo y fascinasión.
Sé lo del organiero porque cuando se asomaba por otras ventanas desde las que no se veía se retiraba al instante. Ojalá no se quede esta vez , como pasa a veces con muchos, sólo mirando para siempre.
Sé lo del organiero porque cuando se asomaba por otras ventanas desde las que no se veía se retiraba al instante. Ojalá no se quede esta vez , como pasa a veces con muchos, sólo mirando para siempre.
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