2 de marzo de 2009

Estoy en un cuarto completamente blanco, sentado en una silla en el medio de una habitacion y a o lejos un vinilo susurra los acordes de un acordeon que se rasga de pasion . Una de Piazzola ... Si!! y yo me sigo preguntando porque el cuarto puede estar en blanco y mi cabeza no . La injusta realidad. Es como te dije ayer: un tren que va por un tunel angosto , tan angosto, que choca de un lado para otro y no se detiene nunca . Y me dan nauseas y no puedo repirar.
"Demonios , justo ahora que queria dejar de fumar "
Se fueron las vacaciones y no he dormido nada . No he descansado . Me faltan horas de sueño y un buen cafe .
Adios nonino!!! si si esa era , por un momento pense que era balada para un loco y empezaba a perder mis cabales .
Me matan las primeras escalas , y el constante chichirreo del vinilo chocando con la aguja ,
como un martilleo . A lo mejor soy un vinilo , que no puede con su aguja y chirrea y chirrea .
Algun dia saldra algun sonido puro y claro , lo se

El gato en la ventana

Uno de los gatos que vivió conmigo por algunos días se tiró por una ventana. Tuve que bajar a buscarlo y llevarlo de nuevo a la casa. Y unos días después me di cuenta de lo que pasaba. El gato, estaba parado en la misma ventana desde la que se tiró el otro día y miraba fijamente al organillero que se ponia cada tarde con su loro a tocar sus melodias a los mecanizados caminantes que por esos sectores circulaban en el día y, de vez en cuando, o sea cuando sentía que era el momento, hacia un movimiento como para lanzarse a disfrutar de la calle, que junto con la musica y los pequeños que se acercaban siempre terminaba convertido en una especie de remolino de jubilo y fascinasión.
Sé lo del organiero porque cuando se asomaba por otras ventanas desde las que no se veía se retiraba al instante. Ojalá no se quede esta vez , como pasa a veces con muchos, sólo mirando para siempre.