6 de septiembre de 2010

la caracola y la vida

tic... tac... tic... tac... que podra ser ... una bomba , un reloj , quizas es una llave que gotea ... los sonidos son temporales y lo temporal, un precipicio... ¡Tanto se han cuestionado el sentido de la vida! ... ¿y acaso hay una respuesta ? ¿ acaso hay un fin en todo esto ? Todo es un devenir de procesos ... uno tras otro ... ¿acaso vivimos de cuadros y sinfonias? el fin es un comienzo... la muerte la vida...somos las pinceladas de un cuadro por terminar y los bosquejos de un concierto inconcluso ... un constante proyecto que al llegar a su fin gira la cabeza y continua por un nuevo camino ... ¿ ensayo y error ? Quizas ... ¿ y es que no son uno parte del otro? nada existe por si solo sino en parte de una dualidad que nace de la propia existencia ... el ser y no-ser uyuyuy que sabios eran los griegos... pero por mi se pueden ir bien lejitos los weones ... si ya se cayeron sus columnas... bueno , casi todas ... en fin... todo esto en realidad va a que la vida en si misma no tiene un sentido , un fin, un objetivo...dejen de buscarlo... o mas bien ... busquenlo pero no lo encuentren... porque no haran mas que abrir muchas puertas mas ...
No es un pensamiento negativo sino una invitacion a que disfruten los procesos ... disfruten lo que escriban, lo que corran, lo que amen .... lo demas es filosofia barata (o cara segun los señores alemanes)

2 comentarios:

Lucy ana in the sky with diamonds dijo...

quizás el único "objetivo" es simplemente VIVIR.
asi que un gran pato yañez para rimbaud y baudelaire JÁ vayanse a la chucha xd.

la Oña dijo...

sólido... amigo, te pasaste... grandes y largas conversaciones sobre esto... opino muy lo mismo... tal vez eso de las filosofias difiero.. pero vivo mi vida como un proceso tras proceso... salud por esa wea... la vida hay q vivirla.. y quen sabe de metas, de proyectos.. si al final los procesos se dan solos... valor para los valientes que vivimos asi nuestra existencia... :)

El gato en la ventana

Uno de los gatos que vivió conmigo por algunos días se tiró por una ventana. Tuve que bajar a buscarlo y llevarlo de nuevo a la casa. Y unos días después me di cuenta de lo que pasaba. El gato, estaba parado en la misma ventana desde la que se tiró el otro día y miraba fijamente al organillero que se ponia cada tarde con su loro a tocar sus melodias a los mecanizados caminantes que por esos sectores circulaban en el día y, de vez en cuando, o sea cuando sentía que era el momento, hacia un movimiento como para lanzarse a disfrutar de la calle, que junto con la musica y los pequeños que se acercaban siempre terminaba convertido en una especie de remolino de jubilo y fascinasión.
Sé lo del organiero porque cuando se asomaba por otras ventanas desde las que no se veía se retiraba al instante. Ojalá no se quede esta vez , como pasa a veces con muchos, sólo mirando para siempre.