2 de septiembre de 2007

Media linea escrita en vano

la suciedad cumple con la silueta enmarcada en el espejo
las palabras vuelan y las letras deforman su significado
cascadas de risas , risas en picado
retomando la ironía de los dias pasados
entre saltando y volando

Crece mas
abandona el umbral
crece la maleza
y anticipa el incendio


Arde Troya

5 comentarios:

Lucy ana in the sky with diamonds dijo...

nosé porque... pero cuando leí tu entrada extrañamente me sentí en un lugar rojizo y con árboles, supongo que será la magia de la escritura, o mi imaginación o que se yo. De todos modos... cuando escribes como ahora siento como si mis ojos se arrastraran sin pensar si quiera si entiendo lo que leo, no comentare nada con respecto a lo que entendi porque alomejor estoy hiper equivocada asi que dejemoslo hasta aqui.

saludos matías

Anónimo dijo...

Uhmns, dejó una marca en todos los sentimientos que tenía ahora mismo
y me dieron ganas de escribir

Anónimo dijo...

OHHHHHHHHHHH pero si es el dios de la escritura la guitarra y el charango ROSEEEE
ajajjajajaj

como yo soi tan kuadrada como dices, = leo tus kosas!! :D
pero yo no eskribo asi lindiwi uhm
y aparte me gusto el de la nariizzzz y jue genial :) kiero un dia asi
pero kchai ke oi lo pasé pa ke mas bieeeeennnnnnnn
y
gracciiiias pooorr veniiiiiiiiiir
AJAJAJAJAAJA
= amas a gusss dentro de tu ser interior yo lo sé ! gustti esta ti(L) JAJJAJAJAJA
ya me voi uhm
a dormir son las 3:11 !!!!!!

uhm viste lo que acen
¬¬ mañana despertaré con una kara de "culo" como la de mis fotos acrobatas AJJAJAJAJAJAAJ
= te gustan mis masajes pies eaea
ajjajajajaj

Anónimo dijo...

tomaton
de melon
melon
melon
melon

Anónimo dijo...

this is were I want to be, with you so close to me

El gato en la ventana

Uno de los gatos que vivió conmigo por algunos días se tiró por una ventana. Tuve que bajar a buscarlo y llevarlo de nuevo a la casa. Y unos días después me di cuenta de lo que pasaba. El gato, estaba parado en la misma ventana desde la que se tiró el otro día y miraba fijamente al organillero que se ponia cada tarde con su loro a tocar sus melodias a los mecanizados caminantes que por esos sectores circulaban en el día y, de vez en cuando, o sea cuando sentía que era el momento, hacia un movimiento como para lanzarse a disfrutar de la calle, que junto con la musica y los pequeños que se acercaban siempre terminaba convertido en una especie de remolino de jubilo y fascinasión.
Sé lo del organiero porque cuando se asomaba por otras ventanas desde las que no se veía se retiraba al instante. Ojalá no se quede esta vez , como pasa a veces con muchos, sólo mirando para siempre.